La Mancha
El paisaje
Ruta Quijote
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  La Mancha como espacio paisajístico consiste en unas formas y tonos de color básicos, de gran simplicidad. En esta pureza se basa su gran fuerza. Extensiones ilimitadas, horizontes que se pierden hasta donde alcanza la vista sin encontrar ningún obstáculo, hacen que, por comparación con otros paisajes, aquí el mundo parece más grande.
A continuación se da una aproximación básica a este paisaje, en cuanto a forma y colores.
   
La forma   Del punto de vista de la forma, el espacio de la Mancha es un plano que se extiende hasta donde llega  la vista immerso en la bóveda celeste. En cierto sentido, se esté donde se esté, uno está en el centro del mundo.
Este espacio básico se modifica con las extensiones de los campos, tierra, trigo, viñedo que se muestran más abajo en la paleta de colores. En cuanto a otras formas, tenemos un repertorio formado por  las encinas solitarias, los molinos, casas aisladas con tinajas y, de vez en cuando, alguna población con el campanario de la iglesia destacándose en el horizonte.
   
   
Los colores La paleta de colores consta básicamente el azul del cielo y el tierra de los campos. Después vendrían el amarillo del trigo y el verde del viñedo. No aparecen aquí los tonos de los olivos y las encinas que cubren formas más pequeñas.
        

el azul del cielo
 
   

el color tierra de los campos 
 
   

el amarillo del trigo
        
   

el verde de los viñedos