La
Mancha
El paisaje |
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La
Mancha como espacio paisajístico consiste en unas formas y tonos
de color básicos, de gran simplicidad. En esta pureza se basa su
gran fuerza. Extensiones ilimitadas, horizontes que se pierden hasta donde
alcanza la vista sin encontrar ningún obstáculo, hacen que,
por comparación con otros paisajes, aquí el mundo parece
más grande.
A continuación se da una aproximación básica a este paisaje, en cuanto a forma y colores. |
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La forma | Del
punto de vista de la forma, el espacio de la Mancha es un plano que se
extiende hasta donde llega la vista immerso en la bóveda celeste.
En cierto sentido, se esté donde se esté, uno está
en el centro del mundo.
Este espacio básico se modifica con las extensiones de los campos, tierra, trigo, viñedo que se muestran más abajo en la paleta de colores. En cuanto a otras formas, tenemos un repertorio formado por las encinas solitarias, los molinos, casas aisladas con tinajas y, de vez en cuando, alguna población con el campanario de la iglesia destacándose en el horizonte. |
Los colores | La paleta de colores consta básicamente el azul del cielo y el tierra de los campos. Después vendrían el amarillo del trigo y el verde del viñedo. No aparecen aquí los tonos de los olivos y las encinas que cubren formas más pequeñas. |
el azul del cielo |
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el color tierra de los campos |
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el amarillo del trigo |
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el verde de los viñedos |
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