Hay tendré un meandro-ola,  como una gota en la isla de la Magdalena, un ancho arco hasta las entradas de Valcuerna y luego otro arco hasta que el Ebro se estrecha y me encuentro la presa.
Seran 42.3 km (possiblemente sólo 40 si no hubiera explorado una entrada poco después de empezar). Ésta es una etapa larga y pesada por tener que superar la presa. En caso de cansancio o de previsión de encontrar viento en contra se debería considerar la posibilidad de pernoctar a la mitad, por ejemplo en la zona de Valcuerna, donde comí.

Arriba a las 5h30, recoger, un te con galletas, y entraba al agua a las 7h25. Uno de los mayores palceres de estos días habrá sido entrar en el río con la luz de la aurora. El Ebro sigue tranquilo.

Me pongo en marcha a las 10h30. Escucho sonatas para cello de Vivaldi. Me noto un poco cansado; pienso que la travesía en kayak es como la vida, a ratos hay que esforçarse para avanzar. Hay un poco de brisa en contra pero es suave y no me frena la marcha. El sol también me ayuda porque se contiene para no calentar demasiado. Hay diversos accesos cómodos. Una construcción grande a la derecha.