Balada del llaüt. Bai Juyi

(el poeta explica que, trobant-se amb un amic al vespre en un vaixell va sentir algú que tocava el llaüt en una embarcació. Era una prostituta de la capital, ara ja gran, que havia après a tocar amb els mestres Mu i Cao. Després d’una joventut admirada per tothom, en fer-se gran i decaure la seva bellesa s’havia casat amb un mercader.  (Antologia de Barnstone i Ping p. 174)


Seeing off a guest at night by the Xunyang River,
I felt autumn shivering on maple leaves and reed flowers.
I dismounted from my horse and my guest stepped on the boat;
we raised our cups for a drink without the music of pipes or strings.

We got drunk but not happy, mourning his departure.
When he embarked, the moon was half drowned in the river.
Suddenly we heard a lute sing across the water
and the host forgot to return home, and the guest stopped his boat.

Following the sound we softly inquired who the musician was,
the lute fell silent and the answer came after a pause.
We steered our boat close and invited her to join us,
with wine refilled and lamp relit, our banquet opened again.
It took a thousand pleases and ten thousand invitations before she appeared,
though with her lute she still hid half her face.
She plucked a few times to tune her strings.

Even before the melody formed one felt her emotion.
Each string sounded muted and each note meditative,
as if the music were narrating the sorrows of her life.
With eyebrows lowered she let her hands freely strum on and on,
pouring pent-up feelings out of her heart.
Softly strumming, plucking, sweeping, and twanging the strings,
she played “Rainbow Garment” then “Green Waist.”

The thick strings splattered like a rain shower,
the thin strings whispered privately like lovers,
splattering and whispering back and forth,
big pearls and small pearls dropping into a jade plate.
Smooth, the notes were skylarks chirping under flowers.
Uneven, the sound flowed like a spring under ice,

the spring water cold and strained, the strings congealing silence,
freezing to silence, till the sounds couldn’t pass, and were momentarily at rest.

Now some other hidden sorrow and dark regret arose
and at this moment silence was better than sound.
Suddenly a silver vase exploded and the water splashed out,
iron horses galloped through and swords and spears clashed.
When the tune stopped, she struck the heart of the instrument,
all four strings together, like a piece of silk tearing.
Silence then in the east boat and the west.
All I could see in the river’s heart was the autumn moon, so pale.

Silently she placed the pick between the strings,
straightened her garment and stood up with a serious face.
She told us, “I was a girl from the capital,
lived close to the Tombs of the Toad.
I finished studying lute at the age of thirteen,
and was first string in the Bureau of Women Musicians.
When my tunes stopped, the most talented players were humbled,
other girls were constantly jealous when they saw me made up,
the rich young city men competed to throw me brocade head scarves,
and I was given countless red silks after playing a tune.
My listeners broke hairpins and combs when they followed my rhythm.
I stained my blood-colored silk skirt with wine
and laughed all year and laughed the next,
and autumn moon and spring wind passed unnoticed.
My brother was drafted and my madame died.
An evening passed, and when morning came my beauty was gone.
My door became desolate and horses seldom came,
and as I was getting old I married a merchant.
My merchant cared more about profit than being with me.
A month ago he went to Fuliang to buy tea.
I am here to watch this empty boat at the mouth of the river.
The bright moon circles around the boat and the water is very cold.
Deep into the night I suddenly dreamed about my young days
and wept in dream as tears streaked through my rouge.”

I was already sighing, listening to her lute,
but her story made me even sadder.
I said, “We both are exiled to the edge of this world
and our hearts meet though we’ve never met before.
Since I left the capital last year,
I was exiled to Xunyang and became sick.
Xunyang is too small to have any music;
all year round I heard no strings or pipes.
My home is close to the Pen River, low and damp,
and yellow reeds and bitter bamboo surround the house.
What do you think I hear there day and night?
Cuckoos chirping blood and the sad howls of apes.
Spring river, blossoming morning and autumn moon night-
I often have my wine and drink by myself.

It is not that there are no folk songs or village flutes,
but their yawps and moans are just too noisy for my ear.
Tonight I heard your lute speak and my ear pricked up, listening to fairy music.
Please don’t decline, sit down to play another tune,
and I’ll write a ‘Song of the Lute’ for you.”

Touched by my words she stood there for a long time,
then sat down and tuned up her strings and speeded up the rhythm.
Sad and touching it was different from her last song
and everyone started to weep.
If you ask, “Who shed most tears in this group?”
The marshal of Jiangzhou’s black gown was all wet.


Balada de la tañedora del laúd

De noche fui a la orilla del río
para despedirme de un amigo.
Sentía el melancólico susurro
de la hojas de los arces
y de las flores de los juncos.
Bajé del caballo.
Ya me esperaba en la barca.
Levantamos las copas y apuramos.
¡Qué lástima no tener
laúdes y flautas
para aprisionar el instante!

El vino no nos dio alegría.
Bajo una luna bañada
en la inmensidad del agua
íbamos a separamos,
tristes, cuando de repente
nos llegaron cautivantes
dulces voces de un laúd
y fuimos retenidos.
Preguntamos en voz baja
quién lo pulsaba.
Cesó la música
sin adelantar respuesta.
Aproximamos la barca.
De nuevo encendí la lámpara.
Volvimos a poner la mesa;
llenamos de vino las copas,
y a la tañedora invitamos.
Sólo tras ruegos repetidos
apareció, con el laúd en los brazos,
y medio cubierto el rostro.

Templa las cuerdas
y, aún sin interpretar,
llena el espacio de emoción.
Una a una vibran de tristeza,
y cada acorde es un lamento
de indescriptibles sufrimientos.
Inclinando la cabeza,
ella sigue tocando,
y así se desahoga
de infinitas penas.
Ora puntea las cuerdas,
ora las rasga;
tañidos fuertes,
después ligeros.
Primero nos endulza
«Vestido de Arco Iris»,
y luego «Verde Cintura».
De las cuerdas gruesas
se desata una furiosa tormenta,
y de las delgadas,
el alegre murmullo de muchachas.

Notas sonoras se mezclan
con susurrantes notas.
Perlas grandes y pequeñas
caen en un plato de jade,
y en medio de frescas flores
trinar y trinar alegres.
Por debajo del límpido hielo,
vienen sollozos de un arroyo.
Congélanse y cesan luego.
¡Qué tristeza más profunda
mora en el fondo del alma!

Por instantes el silencio
expresa más que la música.
De pronto, quebrado jarrón de plata
y agua esparcida, cristalina.
Oigo el galope de corceles
y furiosos ruidos de sables y jinetes;
la ejecución termina.
Por entre las cuerdas
que suenan como al rasgarse
una tela de seda,
el plectro se retira.
De silencio están cubiertas
las dos barcas.
Sólo la luna plateada
yace en el centro del río.

Indecisa, la tañedora
guarda el plectro.
Se estira la ropa,
grave la expresión,
se levanta y dice:
«Nací en la capital;
vivía mi familia
cerca del Mausoleo Siamo.
A la edad de trece
aprendí a tañer el laúd,
y mi nombre estaba en la lista
de las tañedoras más destacadas.
Cada vez que interpretaba,
los maestros me prodigaban elogios,
y con mi bello rostro
me convertí en la envidia
de las artistas celebradas.
Los jóvenes ricos se disputaban
por galantearme y obsequiarme.
Para escuchar una sola pieza
me regalaban con seda abundante;
quebraban, para llevar el compás,
mis horquillas floreadas de plata,
y el vino que derramaban
regaba mi falda púrpura.
Entre acordes y risas
un año siguió al otro.
Pasó el viento de primavera.
Se ocultó la luna de otoño.
El ejército se llevó a mi hermano,
y la muerte, a mi tía.
Se marchitó la flor de mi vida.
Cada vez menos carruajes
se estacionaban frente a mi puerta.
Casé con un comerciante,
quien me trajo a esta aldea.
La separación le importa nada:
a él sólo le atraen las ganancias.
Salió a comprar el mes pasado,
dejándome sola en la barca,
acompañada de la luna
y el gélido río.
Muchas veces, en las noches avanzadas,
sueño con mis felices tiempos pasados,
y corren las lágrimas
como por arroyuelos rosados.»

Escuchando la ejecución,
me penetraba su lamento,
y la desconsolada narración
me carga un pesado dolor.
Estamos en orfandad de la suerte,
y para comprendernos
nos basta un solo encuentro.

«Abandoné la capital el año pasado,
y vine desterrado, enfermo.
En este lugar apartado
no oí ni una canción hermosa
desde tan largo tiempo.
Vivo a la orilla del río,
en húmedo y bajo paraje;
mi casa está rodeada
de cañas amargas
y amarillos juncos.
A mis oídos sólo llegan
desgarradores lamentos de cucos
y aullidos melancólicos de monos.
En las florecientes mañanas de primavera
y en las otoñales noches de luna,
ante una jarra de vino, bebo solo.
Aunque se oyen coplas y flautas,
son feas y me desagradan.
Esta noche me ha sido deleitante
al escuchar su interpretación.
Me purificó el corazón
y me parecieron melodías
de las divinidades.
Le ruego que nos toque algo más.
Improvisaré un poema titulado
La Tañedora del Laúd
y a usted va dedicado.»

La bella dama, conmovida,
permanece de pie largo rato.
Luego se sienta
y, con cadencias aceleradas,
pulsa las cuerdas.
Vibran tan desconsoladas,
que arrancan a todos lágrimas.
El que compone este poema,
bañada su túnica,
es quien llora con más tristeza.


Bai Juyi (772 – 846)

També anomenat “Pipa Xing”.

La bona pluja. Du Fu

La bona pluja sap quan és bonic que vingui.
Ve a l’abril per la llavor amagada;
la fosca tria i un ventet amic,
i en silenci la terra deixa tota amarada.

Són negres sobre el camp els núvols en repòs.
L’única llum al riu, en una barca, brilla.
Demà veurem que tot, roig i humit, s’esparpilla
i Txengtú somriurà, ben coberta de flors.

La benigna lluvia conoce su temporada
y llega justamente en primavera.
Con la brisa, se desliza en la noche negra.
Y calladita, reparte frescor y caricias.

Se vuelven obscuras las nubes y las sendas.
Sólo brilla la débil luz de un barco que llega.
El alba nos muestra la ciudad Brocado entre flores encarnadas,
que, totalmente empapadas, inclinan las ramas.


Du Fu 712-770 (Haver estat com una pluja)

No volveré a ser joven. Jaime Gil de Biedma. 1968

Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde ­
como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.

Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos ­
envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.

Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.

Esbossos poesia

Tos (18/12/2019)

Cada cop que tusso és una bomba que explota a dins.

El pit és un camp de batalla destrossat per les explosions.

El bombardeig no para i no hi ha descans per a aquesta terra castigada.


 

Un fill ens ha estat donat. Jordi Cots i Moner

Eres tan sols un poblet llunyà,
i m’acompanyaves.
Jo t’esperava, amb l’aire,
i avui ja em parles venint
amb tanta resurrecció!
I Ell et posarà el Vent
a les llavors de la veu,
i serem germans.
Què puc deixar-te?
El color i els rius
de les meves paraules.
I trobaràs els camins
que m’esquinçaven els arbres.
Però amb tu
seré sempre en els començaments,
que així m’expliques.

Càtul

Nulli se dicit mulier mea nubere malle
quam mihi, non si se Iuppiter ipse petat.
dicit: sed mulier cupido quod dicit amanti,
in vento et rapida scribere oportet aqua.

Diu la meva amant que amb ningú no voldria ajuntar-se
més que amb mi, ni si fos Júpiter qui li ho pregués.
Diu. Però el que diu una dona a un amant desitjós
cal escriure-ho al vent i al torrent de les aigües.


 

Ode to a Nightingale. Keats

My heart aches, and a drowsy numbness pains
My sense, as though of hemlock I had drunk,
Or emptied some dull opiate to the drains
One minute past, and Lethe-wards had sunk:
‘Tis not through envy of thy happy lot, 5
But being too happy in thine happiness,
That thou, light-winged Dryad of the trees,
In some melodious plot
Of beechen green, and shadows numberless,
Singest of summer in full-throated ease. 10

O for a draught of vintage! that hath been
Cool’d a long age in the deep-delved earth,
Tasting of Flora and the country-green,
Dance, and Provençal song, and sunburnt mirth!
O for a beaker full of the warm South! 15
Full of the true, the blushful Hippocrene,
With beaded bubbles winking at the brim,
And purple-stained mouth;
That I might drink, and leave the world unseen,
And with thee fade away into the forest dim: 20

Fade far away, dissolve, and quite forget
What thou among the leaves hast never known,
The weariness, the fever, and the fret
Here, where men sit and hear each other groan;
Where palsy shakes a few, sad, last grey hairs, 25
Where youth grows pale, and spectre-thin, and dies;
Where but to think is to be full of sorrow
And leaden-eyed despairs;
Where beauty cannot keep her lustrous eyes,
Or new Love pine at them beyond to-morrow. 30

Away! away! for I will fly to thee,
Not charioted by Bacchus and his pards,
But on the viewless wings of Poesy,
Though the dull brain perplexes and retards:
Already with thee! tender is the night, 35
And haply the Queen-Moon is on her throne,
Cluster’d around by all her starry Fays
But here there is no light,
Save what from heaven is with the breezes blown
Through verdurous glooms and winding mossy ways. 40

I cannot see what flowers are at my feet,
Nor what soft incense hangs upon the boughs,
But, in embalmèd darkness, guess each sweet
Wherewith the seasonable month endows
The grass, the thicket, and the fruit-tree wild; 45
White hawthorn, and the pastoral eglantine;
Fast-fading violets cover’d up in leaves;
And mid-May’s eldest child,
The coming musk-rose, full of dewy wine,
The murmurous haunt of flies on summer eves. 50

Darkling I listen; and, for many a time
I have been half in love with easeful Death,
Call’d him soft names in many a musèd rhyme,
To take into the air my quiet breath;
Now more than ever seems it rich to die, 55
To cease upon the midnight with no pain,
While thou art pouring forth thy soul abroad
In such an ecstasy!
Still wouldst thou sing, and I have ears in vain—
To thy high requiem become a sod. 60

Thou wast not born for death, immortal Bird!
No hungry generations tread thee down;
The voice I hear this passing night was heard
In ancient days by emperor and clown:
Perhaps the self-same song that found a path 65
Through the sad heart of Ruth, when, sick for home,
She stood in tears amid the alien corn;
The same that ofttimes hath
Charm’d magic casements, opening on the foam
Of perilous seas, in faery lands forlorn. 70

Forlorn! the very word is like a bell
To toll me back from thee to my sole self!
Adieu! the fancy cannot cheat so well
As she is famed to do, deceiving elf.
Adieu! adieu! thy plaintive anthem fades 75
Past the near meadows, over the still stream,
Up the hill-side;
and now ’tis buried deep
In the next valley-glades:
Was it a vision, or a waking dream?
Fled is that music? do I wake or sleep? 80


 


I
Em fa mal el cor i una punyent letargia
atabala els meus sentits, com si després
d’haver begut cicuta o apurat un fort
narcòtic m’haguera enfonsat al Leteu:
no perquè tinga enveja de la teua felicitat,
sinó pel goig que em fa la teua gràcia
quan, alada de llum, nimfa dels arbres,
en algun lloc melodiós
de verdes fagedes i ombres infinites
lliures a l’estiu la plenitud del teu cant.

II
¡Ah, si un glop de vi refredat un llarg temps
a la terra pregona, em fera gust
a Flora i campanya, a balls
i cançons provençals, i a solellada festa!
¡Ah, si el càlid sud omplira el meu got
d’un magnífic i enardidor hipocràs,
amb bombolles enllaçant-se a la vora
i la meua boca tenyida de porpra,
i que en beure abandonara el món d’amagat
per perdre’m amb tu a la foscor del bosc!

III
Perdre’m lluny, fondre’m i oblidar
tot allò que, entre les fulles, tu mai no has conegut:
el cansament, la febre i el neguit que se senten
ací on s’escolten els gemecs dels homes
i la tremolor sacseja els seus darrers cabells blancs,
on la joventut esdevé un espectre
i el pensament s’amara de dolor
quan mor l’esperança,
on la bellesa no pot conservar la seua brillantor
ni preservar un nou amor per al demà.

IV
Lluny! Molt lluny! Perquè he de volar cap a tu,
no conduït per Bacus y els seus lleopards,
sinó en les invisibles ales de la poesia,
tot i que la ment dubte, negada i confusa.
Ja sóc amb tu! Suau és la nit
i potser la Lluna regnarà al seu tron,
amb les seues màgiques estrelles al voltant,
però ací no hi ha llum,
només la que davalla del cel quan bufa la brisa
per rieres serpejants de molsa obscura.

V
No puc veure les flors que hi ha sota els meus peus,
ni el blanc encens que penja de les branques,
i, en la perfumada foscúria, imagine
els encants propis de l’estació presents
a l’herba, a les garrigues i als fruiters silvestres,
als rosers de pastor i als blancs espins,
a les violetes que es marceixen sota la fullaraca
i a la filla primogènita de mitjan maig:
rosa d’almesc que germina arrosada de vi,
amb brunzit de mosques en les vesprades d’estiu.

VI
Escolte en la foscúria, i si prou sovint
vaig estimar la mort com un remei,
cridant-la amb tendresa en versos absorts
que escampaven per l’aire el meu alè assossegat,
ara més que mai em sembla bell morir,
extingir-me sense dolor al cim de la nit,
alhora que tu vesses l’ànima a fora
en un èxtasi de cants
que seguiran encara que em convertisca en terra
i ja no puga admirar el teu rèquiem profund.

VII
Tu no has nascut per a la mort, ocell immortal,
ni generacions feréstegues et faran rodar per terra.
La veu que escolte en la nit ja la sentiren
en un altre temps emperadors i bufons;
potser aquest mateix cant va il·luminar un camí
en el trist cor de Ruth, quan amb nostàlgia
plorava envoltada de camps de blat estrangers,
i també va encisar altres vegades
els màgics finestrals oberts a l’escuma
de perillosos mars en indrets de prodigi ja oblidats.

VIII
Oblidats! Paraula que repica com una campana,
mentre m’allunye de tu anant cap a la meua soledat.
Adéu! La fantasia no sap enganyar tan bé,
follet mentider, com la seua fama faria pensar.
Adéu! Adéu! El teu himne llastimós s’esvaeix
al passar prop dels prats, sobre el rierol quiet,
allà al vessant, i després s’enfonsa profundament
a les clarianes de la propera vall.
Ha estat una visió o he somniat amb els ulls oberts?
La música ja s’ha acabat. Dorm o estic despert?
Envia per correu electrònic

Todesfuge. Paul Celan

Schwarze Milch der Frühe wir trinken sie abends
wir trinken sie mittags und morgens wir trinken sie nachts
wir trinken und trinken
wir schaufeln ein Grab in den Lüften da liegt man nicht eng
Ein Mann wohnt im Haus der spielt mit den Schlangen der schreibt
der schreibt wenn es dunkelt nach Deutschland dein goldenes Haar Margarete
er schreibt es und tritt vor das Haus und es blitzen die Sterne er pfeift seine Rüden herbei
er pfeift seine Juden hervor läßt schaufeln ein Grab in der Erde
er befiehlt uns spielt auf nun zum Tanz

Negra llet de l’alba la bevem a la tarda
la bevem al migdia i al matí la bevem a la nit
bevem i bevem
obrim una tomba en els aires no s’hi jeu estret
A la casa viu un home que juga amb les serps que escriu
que escriu en fosquejar ver Alemanya
el teu cabell daurat Margarete
ho escriu i surt davant la casa i brillen les estrelles
d’un xiulet fa venir els seus mastins
d’un xiulet fa sortir els seus jueus fa cavar una tomba a la terra
ens mana toqueu per a la dansa.

Schwarze Milch der Frühe wir trinken dich nachts
wir trinken dich morgens und mittags wir trinken dich abends
wir trinken und trinken
Ein Mann wohnt im Haus der spielt mit den Schlangen der schreibt
der schreibt wenn es dunkelt nach Deutschland dein goldenes Haar Margarete
Dein aschenes Haar Sulamith wir schaufeln ein Grab in den Lüften da liegt man nicht eng

Er ruft stecht tiefer ins Erdreich ihr einen ihr andern singet und spielt
er greift nach dem Eisen im Gurt er schwingts seine Augen sind blau
stecht tiefer die Spaten ihr einen ihr andern spielt weiter zum Tanz auf

Negra llet de l’alba et bevem a la nit
et bevem al matí i al migdia et bevem a la tarda
et bevem i bevem
A la casa viu un home que juga amb les serps que escriu
que escriu en fosquejar vers Alemanya
el teu cabell daurat Margarete
el teu cabell cendrós Sulamith
obrim una tomba en els aires no s’hi jeu estret
crida caveu més endins en la terra vosaltres i vosaltres canteu i toqueu
agafa el ferro del cinyell el branda té els ulls blaus
ensorreu més endins les pales vosaltres
i vosaltres continueu tocant per a la dansa

Schwarze Milch der Frühe wir trinken dich nachts
wir trinken dich mittags und morgens wir trinken dich abends
wir trinken und trinken
ein Mann wohnt im Haus dein goldenes Haar Margarete
dein aschenes Haar Sulamith er spielt mit den Schlangen
Er ruft spielt süßer den Tod der Tod ist ein Meister aus Deutschland
er ruft streicht dunkler die Geigen dann steigt ihr als Rauch in die Luft
dann habt ihr ein Grab in den Wolken da liegt man nicht eng

Negra llet de l’alba et bevem a la nit
et bevem al matí i al migdia et bevem a la tarda
et bevem i bevem
A la casa viu un home el teu cabell daurat Margarete
el teu cabell cendrós Sulamith juga amb les serps

Crida toqueu més dolça la mort la mort és un mestre d’Alemanya
crida feu sonar més greus els violins aleshores pujareu com fum enlaire
aleshores tindreu una tomba en els núvols no s’hi jeu estret.

Schwarze Milch der Frühe wir trinken dich nachts
wir trinken dich mittags der Tod ist ein Meister aus Deutschland
wir trinken dich abends und morgens wir trinken und trinken
der Tod ist ein Meister aus Deutschland sein Auge ist blau
er trifft dich mit bleierner Kugel er trifft dich genau
ein Mann wohnt im Haus dein goldenes Haar Margarete
er hetzt seine Rüden auf uns er schenkt uns ein Grab in der Luft
er spielt mit den Schlangen und träumet der Tod ist ein Meister aus Deutschland

dein goldenes Haar Margarete
dein aschenes Haar Sulamith

Negra llet de l’alba et bevem a la nit
et bevem al migdia la mort és un mestre d’Alemanya
et bevem a la tarda i al matí et bevem i bevem
la mort és un mestre d’Alemanya el seu ull és blau
t’encerta amb bala de plom t’encerta de ple
a la casa viu un home el teu cabell daurat Margarete
contra nosaltres atia els seus mastins ens regala una tomba a l’aire
juga amb les serps i somia la mort és un mestre d’Alemanya
el teu cabell daurat Margarete
el teu cabell cendrós Sulamith


PDF | epub | mobi

I got out of bed. Pharaoh. Jane Kenyon

I got out of bed
on two strong legs.
It might have been
otherwise. I ate
cereal, sweet
milk, ripe, flawless
peach. It might
have been otherwise.

But one day, I know,
it may be otherwise.

(Va fer canviar el “may” per “will” a l’últim vers)


Pharaoh

“The future ain’t what it used to be,”
said the sage of the New York Yankees
as he pounded his mitt, releasing
the red dust of the infield
into the harshly illuminated evening air.

Big hands. Men with big hands
make things happen. The surgeon,
when I asked how big your tumor was,
held forth his substantial fist
with its globed class ring.

Home again, we live as charily as strangers.
Things are off. Touch rankles, food
is not good. Even the kindness of friends
turns burdensome; their flowers sadden
us, so many and so fair.

I woke in the night to see your
diminished bulk lying beside me—
you on your back, like a sarcophagus
as your feet held up the covers. . . .
The things you might need in the next
life surrounded you—your comb and glasses,
water, a book and a pen.


L’escriptor Donald Hall parla de la poesia que s’escriu davant la mort, i esmenta els canvis recents que han dut a desenvolupar una medecina paliativa (que es dirigeix al benestar de la persona) en lloc del procés material de la malaltia, un objecte. Ell havia estat malalt i la seva parella, que havia estat estudiant seva, Jane Kenyon, escrivia aquests poemes preciosos. Al final serà ella qui morirà abans, de leucèmia, i Hall escriure dos volums de poesia sobre la seva absència. Em fa pensar en Ferdinand Hodler que quan la seva amant Valentine Godé-Darel va enmalaltir, es passava moltes hores al costat vetllant-la i pintant-la, i va deixar un testimoni impressionant i terrible de com anava minvant.

Afterwards. Thomas Hardy

When the Present has latched its postern behind my tremulous stay
And the May month flaps its glad green leaves like wings,
Delicate-filmed as new-spun silk, will the neighbours say,
‘He was a man who used to notice such things’?

If it be in the dusk when, like an eyelid’s silent blink,
The dewfall-hawk comes crossing the shades to alight
Upon the wind-warped upland thorn, a gazer may think,
‘To him this must have been a familiar sight.’

If I pass during some nocturnal blackness, mothy and warm,
When the hedgehog travels furtively over the lawn,
One may say, ‘He strove that such innocent creatures should come to no harm,
But he could do little for them; and now is gone.’

If, when hearing that I have been stilled at last, they stand at the door,
Watching the full-starred heavens that winter sees,
Will this thought rise on those who will meet my face no more,
‘He was one who had an eye for such mysteries’?

And will any say when my bell of quittance is heard in the gloom,
And a crossing breeze cuts a pause in its outrollings,
Till they rise again, as they were a new bell’s boom,
‘He hears it not now, but used to notice such things’?


Versió de Marià Manent, “Poesia anglesa i Nordamericana”
Ed. Alpha, 1955

Quan el temps hagi clos el portal del meu estatge insegur,
i les fulloles de maig, brillants i fresques de saba,
batin com ales de seda, ¿dirà, potser, algú:
“D’aquestes coses bé prou s’adonava”?

I si fos cap al tard, quan, lleument com un esguard que es mig clou,
algun falcó de la nit, travessant l’ombra, venia
damunt l’arç ventejat, pensarà algú: “Ell bé prou
que l’haurà vist cada dia!”

Si el traspàs fós al cor d’una nit negra, amb un aire calent,
quan, tot esquiu, l’eriçó s’esmuny enllà de la prada,
“Perquè ningú no els fés mal, prou posà força esment,
i ara ja és mort, dirà algú, tal vegada”.

Si, sabent que a la fi em ve el repòs, són a la porta, esguardant
la gran celistia d’hivern, que la nit fa ampla i pia,
pensaran cor endins, els qui mai més no em veuran:
“Aquests misteris bé prou que els sabia!”

I si escolten el toc de l’adéu, al més pregon de la nit,
quan el vent trenca aquell solent, i pensen que s’acaba,
però torna més fort, ¿diran amb cor encongit:
“D’aquestes coses bé prou s’adonava”?

Versió de Josep M Jaumà

Quan el Present haurà passat la balda rere el meu trèmol viure
i el mes de maig batrà, content, com ales, les seves fulles
delicades com seda noufilada, ¿diran els meus veïns:
“Era un home que parava atenció en coses així”?

Si és al capvespree quan, com un silent aclucar de parpelles,
ve el falcó, com rosada, entre l’ombra, a posar
als arços alts vinclats pel vent, potser pensarà qui ho miri:
“Això devia ser-li una visió familiar.”

Si em moro una nit negra, plena d’insectes, càlida,
quan l’eriçó s’escorre furtivament pel gesp,
potser dirà algú: “Maldà perquè aquestes bestioles no sofrissin,
però poc pogué fer per elles; i ara ja no hi és.”

Si, en sentir que per fi he estat aturat, drets a la porta
guaiten el cel d’hivern estelat, gèlid,
¿se’ls acudirà de pensar, als qui no em veuran més el rostre:
“Era dels qui s’adonaven d’aquests misteris”?

¿I dirà algú, en sentir el meu toc de comiat en la foscúria,
si el travessa la brisa fent una pausa en el repic
fins que resorgeix amb so com de campana nova:
“Ara no ho sent, però se solia fixar en coses així”?


I Have a Time Machine. Brenda Shaughnessy

But unfortunately it can only travel into the future
at a rate of one second per second,

which seems slow to the physicists and to the grant
committees and even to me.

But I manage to get there, time after time, to the next
moment and to the next.

Thing is, I can’t turn it off. I keep zipping ahead—
well, not zipping—And if I try

to get out of this time machine, open the latch,
I’ll fall into space, unconscious,

then desiccated! And I’m pretty sure I’m afraid of that.
So I stay inside.

There’s a window, though. It shows the past.
It’s like a television or fish tank

but it’s never live, it’s always over. The fish swim
in backward circles.

Sometimes it’s like a rearview mirror, another chance
to see what I’m leaving behind,

and sometimes like blackout, all that time
wasted sleeping.

Myself age eight, whole head burnt with embarrassment
at having lost a library book.

Myself lurking in a candled corner expecting
to be found charming.

Me holding a rose though I want to put it down
so I can smoke.

Me exploding at my mother who explodes at me
because the explosion

of some dark star all the way back struck hard
at mother’s mother’s mother.

I turn away from the window, anticipating a blow.
I thought I’d find myself

an old woman by now, travelling so light in time.
But I haven’t gotten far at all.

Strange not to be able to pick up the pace as I’d like;
the past is so horribly fast.

https://soundcloud.com/newyorker/listen-to-brenda-shaughnessy-read-i-have-a-time-machine

Kavafis. Viatge a Ítaca

Quan surts per fer el viatge cap a Ítaca,
has de pregar que el camí sigui llarg,
ple d’aventures, ple de coneixences.
Els Lestrígons i els Cíclops,
l’aïrat Posidó, no te n’esfereeixis:
són coses que en el teu camí no trobaràs,
no, mai, si el pensament se’t manté alt, si una
emoció escollida
et toca l’esperit i el cos alhora.
Els Lestrígons i els Cíclops,
el feroç Posidó, mai no serà que els topis
si no els portes amb tu dins la teva ànima,
si no és la teva ànima que els dreça davant teu.

Has de pregar que el camí sigui llarg.
Que siguin moltes les matinades d’estiu
que, amb quina delectança, amb quina joia!
entraràs en un port que els teus ulls ignoraven;
que et puguis aturar en mercats fenicis
i comprar-hi les bones coses que s’hi exhibeixen,
corals i nacres, mabres i banussos
i delicats perfums de tota mena:
tanta abundor com puguis de perfums delicats;
que vagis a ciutats d’Egipte, a moltes,
per aprendre i aprendre dels que saben.

Sempre tingues al cor la idea d’Ítaca.
Has d’arribar-hi, és el teu destí.
Però no forcis gens la travessia.
És preferible que duri molts anys
i que ja siguis vell quan fondegis a l’illa,
ric de tot el que hauràs guanyat fent el camí,
sense esperar que t’hagi de dar riqueses Ítaca.

Ítaca t’ha donat el bell viatge.
Sense ella no hauries pas sortit cap a fer-lo.
Res més no té que et pugui ja donar.

I si la trobes pobra, no és que Ítaca t’hagi enganyat.
Savi com bé t’has fet, amb tanta experiència,
ja hauràs pogut comprendre què volen dir les Ítaques.”

(versió de Carles Riba)